Las frutas deshidratadas son el producto que se obtiene del secado de la fruta natural, con el objetivo de reducir el porcentaje de agua en hasta un 80% conservando y concentrando sus componentes nutricionales. La deshidratación es una técnica muy antigua, que se utilizaba para conservar los alimentos por mayor tiempo dado que no existían medios para poder conservarlos. Gracias a su bajo porcentaje de agua, los productos deshidratados se conservan por más tiempo en comparación con una fruta fresca.

El sabor dulce de las frutas deshidratadas se debe a la concentración del azúcar natural presente en ellas, llamado fructosa. Sin embargo, existen frutas deshidratadas a la que sí se le añade azúcar con fines culinarios. En Piwén ofrecemos frutas deshidratadas sin azúcar añadida (dátiles, damascos turcos, cranberries, coco chips, pasas, ciruelas) y con adición de azúcar (Banana chips con azúcar, mango con azúcar, coco cubo con azúcar).

• Uno de los grandes beneficios de la fruta deshidratada es que tienen una vida útil mucho mayor comparado con una fruta fresca, por lo cual es ideal para transportar a cualquier lugar sin correr el riesgo de que se pudran.
• Al concentrar sus nutrientes, su porción de consumo disminuye convirtiéndolos en un Snack altamente energéticos y nutritivos. Aportan carbohidratos y energía en un volumen reducido, convirtiéndolo en un snack perfecto para quienes realizan actividad física, o colaciones para viajes extensos, trekking u otras actividades de larga duración, pues en pequeñas cantidades se obtiene gran cantidad de energía.
• A pesar de que la cantidad de azúcar disponible (fructosa) en una fruta deshidratada es alta, esta es compensada con la fibra, nutriente que ayudando a que el aumento de glicemia sea más discreto.
• Contienen minerales (potasio en su mayoría) y vitaminas del complejo B y vitaminas C. Algunas frutas deshidratadas como los cranberries, pasa y ciruelas contienen gran cantidad de polifenoles o antioxidante.
• Producto de la concentración de los azúcares naturales, las frutas deshidratadas son ampliamente utilizados en repostería como “endulzantes naturales” en distintas preparaciones, como por ejemplo el manjar de dátiles, que es muy fácil de hacer.

Las frutas deshidratadas son muy buenas, ya que la concentración de nutrientes en un volumen reducido, liviano y fácil de transportar lo convierte en una colación perfecta para actividades deportivas. Además, su principal nutriente son los carbohidratos, principal fuente de energía rápida.

A pesar de que la cantidad de azúcar disponible (fructosa) en las frutas deshidratadas es alta, la fibra compensa los niveles, ayudando a que el aumento de glicemia sea más discreto, por tanto, las personas con resistencia a la insulina o diabetes si pueden consumir fruta deshidratada (que no contengan azúcar añadida), solo que en las porciones recomendadas y bajo la supervisión de un profesional de la salud.

Para conservar su textura, sabor y calidad, se recomienda conservarlas siempre refrigeradas, ojalá en frascos herméticos ya que la bolsa podría generar mayor humedad. En caso de guardarlas en estantes, procura siempre almacenarlas en un lugar fresco, seco, y alejado de la luz solar o fuentes de calor para evitar su transpiración.

• Consúmelas solas a modo de snack (respetando siempre las porciones sugeridas en el envase)
• Prepara unas ricas infusiones, de ciruelas o goji por ejemplo.
• Agrégalas al yogurt, y endúlzalo de forma natural.
• Para agregar a queques, Muffins, Brownie etc.
• Por último, uno de los frutos deshidratados más utilizados en el último tiempo han sido los dátiles. Esto porque al hidratarlo y procesarlo queda una pasta suave muy similar al manjar.

Al igual que todos los alimentos, la porción de consumo dependerá de los requerimientos nutricionales, los cuales son individuales ya que dependen de muchos factores. Sin embargo, para que tengas una referencia, te recomendamos consumir la porción de consumo habitual recomendada en la etiqueta nutricional de cada producto.